El martes ya os hablé del 15 de agosto, que fue Raksha bandhan. Resulta que este año ha coincidido con una de las festividades más importantes del país: el Día de la Independencia, que fue ayer mismito.
Es verdad que, para nuestros oídos occidentales, el Día de la Independencia suena al cuatro de julio y a los estadounidenses. Ya, bueno, no fueron los únicos que se independizaron de los británicos: los indios también, aunque unos «añitos» (171 de nada) más tarde.
El Día de la Independencia es, junto con el Día de la República, la fiesta nacional en la que más veremos la bandera india en el país. Orgullo patrio en cada esquina, de verdad. La gente lleva chapas, pulseras, gorras… e incluso se viste con los colores del país. Y es que en esta fecha, hace 72 años (por lo que este es el 73º Día de la Independencia, ya que se incluye el de 1947), en el Fuerte Rojo de Nueva Delhi, Jawaharlal Nehru, el primer Primer Ministro indio, presentó la bandera a su pueblo.
La Tirangaa o Tricolor tiene, como bien dice su nombre, tres colores. El azafrán (no digáis naranja a un indio nunca, que se pueden ofender) representa fuerza y valentía; el blanco, en el centro, es paz y pureza; y el verde de la franja inferior significa fertilidad y crecimiento. La rueda del dharma, en el centro, simboliza la verdad y la virtud que debe guiar al pueblo indio; el movimiento es vida, mientras que estancarse significa la muerte. No olvidéis que, en el momento, hablar de cambio era muy importante, ya que estaban declarándose independientes de los británicos.
El 15 de agosto es festivo en todo el país y hay multitud de celebraciones: eventos, marchas, un discurso del Primer Ministro… Pero, aunque a muchos les pese, no se puede beber, ya que es un «día seco» en prácticamente todo el país.