Todos hemos oído hablar de estatuas de vírgenes o jesucristos llorando lágrimas normales o incluso de sangre, ¿verdad? Están quienes creen con fe ciega en estos milagros y los que buscan una explicación lógica (como lo que les ocurre a las chicas de Derry Girls, por ejemplo). Bueno, pues los dioses indios también tienen sus milagritos, y hoy os vengo a hablar del Ganesha que bebía leche.
En la India es muy común ofrecer frutos u otros alimentos a las deidades. En 1995, un devoto del dios Ganesha acercó leche a la estatua de un templo de Nueva Delhi. Y la leche desapareció. Ganesha había aceptado su ofrenda ¡bebiéndosela! La noticia corrió como la pólvora por toda la India. Se formaron colas en el primer templo en el que ocurrió el milagro, pero pronto eso no fue necesario. La gente empezó a acercar cucharitas con leche a otras estatuas de Ganesha, no solo en templos de la India, sino en otros países y en los propios hogares. ¡Y también la bebían!
Durante días no se hablaba de otra cosa en el país. Todos estaban sorprendidos y agradecidos a Ganesha por hacerles partícipes de esta ocasión única y por mostrarles que no estaban solos con este «simple» gesto. Poco a poco las cosas volvieron a la normalidad, cuando las estatuas de esta deidad dejaron de tomar leche. Algunos dicen que todas pararon, misteriosamente, a la misma hora.
Sí, había una explicación científica: el material de las estatuas, poroso, absorbía la leche, o cualquier otro líquido, debido a la capilaridad. Por otro lado, parece que el pensamiento de grupo ayudo a que se creara este estado de asombro colectivo. Sea como fuere, todos los que lo vivieron lo recuerdan con cariño. Un poco como cuando quienes lo vieron recuerdan a Uri Geller doblando cucharillas en las casas a través de la televisión.
Si os apetece, aquí podéis ver un vídeo en el que se ve cómo desaparece la leche que Ganesha se toma, por lo visto, por los colmillos. Y también se ven gotas alrededor de la trompa; ¡será que lo estaban empachando!
Foto de srinivas bandari de Pexels
Yo lo viví en casa de mi suegra ,me parecía subrealista pero era cierto , bebió leche ante mis ojos.
Yo no lo viví allí, pero conocí a mucha gente que decía haberlo vivido, por muy surrealista que parezca. 🙂