Ya que estamos en plena cumbre del clima, no está de más que os hable un poquito de medio ambiente en la India. Aunque ya ha salido el tema de la contaminación con Diwali y los petardos o incluso con la espuma que cubre ciertos lagos en la India, hoy voy a centrarme en la reforestación y su importancia.
En la India hace mucho calor. De verdad. En Rajastán este verano se alcanzaron los 50 grados. Además, las sequías son cada vez peores. No os imagináis las que se montan entre Karnataka y Tamil Nadu por las aguas del Cauvery, el río que ambos estados comparten: huelgas (llamadas bandh en India), autobuses quemados, disturbios…
Afortunadamente, hay iniciativas más positivas que el simple «el agua es mía y me la quedo porque quiero» entre kannadigas y tamiles. Sadhguru, un yogui, fundador de la Fundación Isha, en Coimbatore, Tamil Nadu, tuvo una idea mejor. Llevan plantados, desde el 2005, más de 25 millones de árboles, especialmente a las orillas del Cauvery. En los últimos años se han podido ver anuncios en los periódicos pidiendo el apoyo popular, entrevistas entre este gurú y políticos de Tamil Nadu y diferentes eventos para crear concienciación, como este de septiembre de este año. Lo único que a lo mejor, a lo mejor, digo, ir contaminando con un montón de motos una idea muy brillante no era, pero bueno. Supongo que lo «compensará» con los 2 420 millones (242 crores) de árboles que quiere plantar.
Otra iniciativa de este año y que aún está recaudando dinero es la de Alaap, que se dedica a plantar árboles siguiendo el método Miyawaki, gracias al cual estos crecen más rápido. Podéis colaborar con ellos para la reforestación del Himalaya aquí.
Con estas iniciativas, quizás la humanidad (el planeta seguirá aquí, con o sin nosotros) tenga una oportunidad. Esperemos que la COP25 ayude con la concienciación de los de abajo, pero, sobre todo, de los de arriba. India, por su parte, está poniendo su granito de arena.