Mi entrada número veinticuatro del blog, en el veinticinco de diciembre (fun, fun, fun), está dedicada a aquellos que hoy, por diferentes motivos, van a pasar las Navidades lejos de casa. Porque yo, como muchos otros, lo he vivido. Y, aunque puede ser duro, también te das cuenta de que no estás solo. De que muchos de tus nuevos amigos de tu nuevo país de residencia están en la misma situación que tú. Y de que los autóctonos se preocupan por ti y porque no estés triste.
Mis primeras Navidades en India no fueron mis primeras Navidades lejos de casa, por lo que no fueron tan duras como las que pasé en Inglaterra. Las primeras, en Brighton, además de trabajar el veinticinco de diciembre, tenía a mi pareja, pero aparte de él, no tenía amigos con los que celebrar; solo conocidos.
Mis primeras Navidades en India me pillaron con un grupo de nuevos amigos que conocía desde hacía menos de diez meses. En mis primeras Navidades en India, hicimos una cena en casa de unos hindúes que celebraron con nosotros como si fuera su festividad, e incluso Papá Noel se acordó de pasarse a traer regalos.
Si estáis lejos de casa estas Navidades, no os preocupéis. Podéis disfrutar de vuestros nuevos amigos, que son familia. Si lleváis poco tiempo, tampoco os preocupéis; haréis amigos que serán familia. Y las próximas Navidades que paséis en casa, apreciaréis un poquito más lo que, de otro modo, damos por sentado.
¡Feliz Navidad a todos!
Posdata: La foto es de mis primeras Navidades en India. En el plato, comida occidental preparada por occidentales y comida india preparada por indios. Y disfrutada en el suelo.