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Eso nos dice Rahul, el protagonista de Kuch kuch hota hai, que ocurre cuando te enamoras y así han traducido al español el título de este largometraje indio. En realidad el título es incluso más vago si lo traducimos literalmente: «hay algo» o «algo pasa». En fin, no voy a empezar ya a cuchillo con el título, que esta peli tiene mucha tela que cortar.

Ya conocéis a los actores principales: Shah Rukh Khan y Kajol, que se habían enamorado tres años antes, en DDLJ. Bueno, en esta historia son amigos. Y van juntos al instituto. Un instituto que para estar en Mumbai, cualquiera diría que está realmente en California. El caso es que un día Anjali (el personaje de Kajol) se da cuenta de que a lo mejor (a lo mejor) se está enamorando de Rahul (el personaje de SRK). Él, que es el típico ligón que trata a las chicas como mercancía y se olvida de sus nombres, también siente que se está enamorando, pero de Tina, la chica sexy que acaba de llegar, hija del director.

Anjali, abnegada como ella sola, se aleja de su mejor amigo para que Tina y Rahul sean felices y se casen. Pasan los años, se casan, tienen una hija y Tina muere en el parto. Pasan más años y Anjali junior, la hija de Rahul y Tina, descubre que eligieron su nombre en honor a la otra Anjali, la amiga de su padre, y decide reunirlos. Pero, oh, Anjali, para entonces, está comprometida con otro hombre, Aman (interpretado por Salman Khan).

Y este es el argumento de la peli. Es la primera de Karan Johar, de quién aún no os he hablado (lo apunto en la lista de futuros temas). Es el presentador de un programa de televisión en el que se entrevista a todas estas estrellas de Bollywood y que tiene mucha audiencia: Koffee with Karan.

Quizás os preguntéis por qué esa pátina de «no me gusta mucho de lo que os hablo hoy» impregna todo el texto. No quiero yo quitaros las ganas de ver esta película, que es uno de los clásicos de Bollywood de los noventa, pero tampoco os voy a vender la moto. Es que la película es un despropósito machista.

Primero, Anjali y Rahul son amigos, y él se fija en todas menos en ella, porque no viste «de chica», lleva el pelo corto, le gana en los deportes… Años después, cuando se viste con saris, lleva el pelo largo y gana él (o ella se deja ganar), ahí ya puede valer como esposa. El tío es un baboso, manipulador y encima trata fatal a su amiga, y hasta se ríe de ella cuando intenta parecer femenina en el insti.

Todo esto sin olvidar la estética californiana que he mencionado, que los actores estarán cerca de los treinta cuando se supone que son adolescentes y que la cámara apunta a menudo al culo, en falda corta y ajustada, de las chicas mientras los tíos babean. Personalmente, tampoco me parecen gran cosa las canciones. Y, para colmo, en la vida real, el personaje de Rahul es considerado un héroe entre los hombres, y un macho irresistible entre muchas mujeres. Una personalidad que muchos intentan reproducir en la vida real para ligar más.

¿Por qué gustó y gusta tanto? Pues porque todo el mundo quiere volver a ver a los protagonistas enamorarse, como en DDLJ. O esa es mi opinión. La verdad es que, a pesar del machismo, tiene un par de cosas buenas: puede estar entretenida (si no odias demasiado a Rahul) y ayuda mucho a entender la sociedad india y qué lugar ocupa cada uno en ella.

Podéis ver la peli en Netflix. Y, si queréis un amuse-bouche, os dejo con una de sus canciones. Me hace mucha gracia el vídeo porque empieza como «Summer nighst», de Grease. Quizá toda la peli quería evocar este clásico, pero sin el sexo prematrimonial y añadiendo un drama que separe a los protas durante años. Que disfrutéis de la canción.

 

 

Foto: Solange1999 / CC BY-SA (https://creativecommons.org/licenses/by-sa/4.0)

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