Seguramente hayáis oído hablar del té chai. Bueno, pues voy a empezar diciéndoos que eso es una redundancia. Chai significa té en hindi, así que el té chai es «té té». No sé, si queréis hablar del té como se prepara en la India, podéis hablar de chai y ya está, o de té indio, o incluso de té masala, que es prácticamente el té básico allí. Os explico un poco.

Cuando pides un chai, es un té con leche. No se hace té en agua y se le pone leche, sino que se infusionan las hojas de té en la misma leche. En la calle lo preparan en grandes cazuelas sin asas, que sujetan con una pinza para retirarlas del fuego (como las de las fotos), y lo sirven sumergiendo los vasos en el té, con un cacito, o vertiéndolo directamente de la cazuela. Se ayudan, además, de un colador. Lo más común, sobre todo en estos puestos, es que lleve, además de té, otras especias, como cardamomo o jengibre.

      

En estos puestos en la calle, que en Gujarat se conocen como kitlis (por la palabra kettle, hervidor de agua, en inglés), se suele servir el té en vasos de cristal, a veces en taza, a veces en vasos desechables, a veces en vasos de barro, e incluso en ocasiones, en un platito para que se enfríe antes y poderlo beber más rápido. Los vasos puede que no estén muy limpios, pero tranquilos, el té está tan caliente que eso tiene que matarlo todo.

La medida que se suele pedir es de un té, o de medio té. Para una taza pequeña, se pide un cutting chai y, de hecho, no tenéis ni que decirlo, porque basta con un gesto de las manos.

El chai lleva azúcar, especialmente en Gujarat. Este estado es famoso por su comida dulce. No estoy hablando de postres, sino de los platos principales, que a menudo son dulces y salados, o dulces y picantes. Y el té no iba a ser una excepción.

Se puede beber té a cualquier hora. Por la mañana para desayunar; a media mañana para recuperar la energía que necesitamos; después de comer para que no nos entre sueño; a media tarde para merendar… Mejor que no lo tomemos más tarde, claro, para que no nos impida dormir, pero hay quien también lo toma por la noche.

¿Y si tenemos hambre? Pues se acompaña con unas Parle-G, unas galletas baratas, típicas, que se ablandan nada más meterlas en el té caliente y que encontramos en cualquier puesto o tienda en la India. Y ya tenemos la merienda lista. Aunque también podéis acompañarlo de unas samosas, como ya os conté.