La semana pasada, en una entrada de este blog, se hablaba de la ceremonia en la que se llora al final de una boda (si os la perdisteis, podéis leerla aquí) y se mencionaba matrimoniosindios.com. Por supuesto, este sitio web no existe con este nombre exacto, pero sí que existen muchas páginas en las que buscar un cónyuge indio apropiado. Hoy voy a hablaros de ellas desde mi perspectiva de madre india.
Para encontrar un marido o una esposa adecuados para nuestros hijos, antiguamente los indios teníamos que buscar entre nuestros conocidos, de la misma casta y con una clase social (véase, poder adquisitivo) similar. El boca a boca siempre ha funcionado: «Oye, que mi hija está en edad casadera. ¿Conoces a alguien?», «Pues sí, mira, mi sobrino está buscando. ¿Qué tal cocina tu hija?» o «No sé de nadie, pero tranquila, que corro la voz y te informo». Y una vez que encontrábamos un pretendiente, nos juntábamos con el pandit a ver si eran compatibles, o quedábamos las familias con los hijos presentes y veíamos si era viable.
Pero poco a poco llegó la modernidad. En las ciudades no es como en los pueblos, donde todo el mundo se conoce. Y aparecieron las primeras agencias de matrimonios. Gracias a ellas los padres podíamos ver currículos de otros chicos y chicas de nuestra ciudad o que vivieran en otras ciudades o en otros estados, incluso en otros países, pero de nuestra casta y nuestra clase social. En esas «hojas de vida» descubríamos si sabían cocinar, su nivel de estudios o su compromiso con la religión y los rituales indios. En definitiva, si las chicas eran lo suficientemente sanskari (es decir, si eran las nueras perfectas, obedientes y tradicionales, silenciosas y discretas) y si los chicos podrían darle a nuestras hijas el nivel de vida que queríamos para ellas.
Y el mundo y la tecnología siguieron evolucionando. Y aparecieron las páginas web en las que puedes crear el perfil de tus hijos y el software te busca personas de origen indio (por ahora solo del sexo opuesto) compatibles en todo el mundo, en un clic, y más barato que en las agencias. Es el Tinder de los matrimonios indios.
Como veis, los padres indios somos muy modernos y aceptamos la evolución de los tiempos sin ningún problema. Siempre que sea para casarse con quien elijamos nosotros, por supuesto.