Este lunes, 14 de enero, es Makar Sankranti, un festival que se celebra en toda la India. Sin embargo, en Ahmedabad ese día le prestan más atención a otro festival: Uttarayan.
Después de meses fabricando cometas de papel, unos, y de días comprando el resultado de ese trabajo, otros, el lunes todos saldrán a la calle. El lunes y el martes, niños y no tan niños volarán cometas por toda la ciudad durante el día.
Cuando cae la noche, y ya no vemos ni nuestra cometa ni la de nuestros contrincantes, llega la hora de encender los farolillos chinos (de los que, por supuesto, también hemos comprado suficientes en los últimos días). Primero, sujetamos con cuidado cada arista para abrir el globo. Después, prendemos el material inflamable y, pacientemente, esperamos a que la lámpara se llene de aire caliente. Poco a poco el farolillo va cogiendo fuerza y se escapa entre nuestros dedos. Lo vemos elevarse y coger velocidad. Lo seguimos con la mirada hasta que se confunde con los demás. Miles de llamas surcan el cielo.
La belleza del espectáculo es indescriptible. En este caso vale más una imagen que mil palabras.
Fotografía de la noche plagada de farolillos chinos de Bhavishya Goel/Flickr
Fotografía de un farolillo chino de Moyan Brenn/Flickr