Como prometí en la entrada anterior, hoy nos toca hablar de Salman Khan. Este actor, de los más ricos y famosos de Bollywood, entró en la industria a finales de los 80 y no se ha bajado del carro de la fama desde entonces.
Sus películas suelen ser de las típicas de acción. Es un tío duro con imagen de tío duro, con sus enormes músculos y su mirada de indiferencia. Ha ganado montones de premios en India (la verdad es que las galas de premios para la industria son otra de las aficiones de los indios), actuado en más de cien películas, presentado varias ediciones de Bigg Boss (el Gran hermano indio) y sus seguidores no admiten ni una pequeña crítica contra él.
Y eso que muchísima gente está de acuerdo en que no sabe actuar y que él mismo reconoce que cualquiera puede hacer los pasos que le enseñan. En realidad, lo que atrae tanto de él son las escenas de acción y su físico, que gustan tanto a hombres como a mujeres. Y eso es algo que hasta a mí me cuesta comprender, con lo que me gustan los indios.
Me había propuesto no hablar mal de él, pero es difícil. No entiendo el atractivo que le ven a este Schwarzenegger indio, y encima los escándalos en los que se ha visto envuelto en los últimos años son de traca.
Atropello y fuga
Por un lado, tenemos el atropello de 2002. Al parecer, Salman había estado bebiendo en Bandra, uno de los barrios de moda de Mumbai, y atropelló con su monovolumen a cinco personas que dormían en la calle. Está prácticamente aceptado por todo el mundo, incluso sus seguidores, que los hechos fueron estos. Se le condenó a cinco años de cárcel, pero en 2015 se le absolvió de todos los cargos; el guardaespaldas murió hace años, y era el único que negaba la versión de Khan: que era su conductor el que iba al volante.
Pero no creáis que esto afectó a su carrera. De hecho, lo aprovechó para crearse una imagen de hombre abnegado. Salman nunca se ha casado. En India un hombre soltero de su edad, 54 años ya, estaría mal visto. ¿Su excusa? Que estaba esperando al veredicto por su «accidente». En caso de terminar en la cárcel, no quería que su esposa sufriera por ello.
Y, como persona de bien y soltero, también se sobreentiende que es virgen, claro. Es evidente que no, pero la imagen es lo que cuenta. Aunque no se haya casado, ha tenido varias relaciones de las que los medios indios se han hecho eco.
Maltrato
Una de sus relaciones más sonadas, a finales de los 90, fue con Aishwarya Rai, una actriz guapísima y famosísima, actualmente Aishwarya Rai Bachchan, casada con el hijo de Amitabh Bachchan, otro de los grandes de Bollywood (ya veis, todo queda en casa). En fin, la relación terminó malamente y hoy ni se hablan. Ella ha contado que la maltrataba, y existen grabaciones de audios en las que la llama «puta zorra», por ejemplo. Aun así, esto tampoco ha afectado a la vida y carrera de Salman.
Cacería
Para terminar, el escándalo de los antílopes y las gacelas indias. Y es que Salman, antes del atropello en la calle, ya tenía problemas con la justicia. Al parecer, durante el rodaje de Hum saath saath hain (donde cantan la canción que ya conocéis de Salman), en 1998, este y otros actores se fueron de caza en la zona de Jodhpur, en Rajastán. Y mataron un par de ejemplares de estos animales, que estaban protegidos por la Ley de Protección de la Vida Silvestre de la India. Después de muchas idas y venidas, actualmente Salman ha sido condenado a cinco años de prisión por este delito (no olvidéis que se le absolvió del de matar a una persona) y está en libertad bajo fianza mientras apela la sentencia.
Mientras esperamos a ver en qué acaba todo esto, la sensación general en el país es que, al final, una persona con mucho dinero o fama tiene impunidad para hacer lo que le de la gana. Y esto es así en la India, en España y en cualquier lugar que se os ocurra.
Foto de Salman Khan en Bigg Boss: Tomada de un artículo de New India Express
Hola y gracias por este blog es una verdadera inspiración .. Arabela Hoyt Alegre
¡Gracias!
If you want to use the photo it would also be good to check with the artist beforehand in case it is subject to copyright. Best wishes. Aaren Reggis Sela
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