En la India ocurren cosas alucinantes, como que un lago se eche a arder o que una invitación de boda valga más que mi coche, por poner un par de ejemplos. Hoy os traigo una anécdota difícil de creer, si no fuera porque hay fotos.
Aunque siempre nos quejemos de nuestros políticos, en todos los sitios cuecen habas. Hemos visto a los de aquí hacer y decir tonterías, pero creo que, en una competición, el hombre que os traigo hoy se merecería un puesto de honor.
Un político de Madurai, en Tamil Nadu (el estado más al sur), tuvo una fantástica idea. En lugar de consultarla con científicos y expertos, ni corto ni perezoso llamó a la prensa para que se reuniera con él en la presa Vaigai, a 70 km de la ciudad. Esto en la India equivale a unas dos horas de trayecto.
El problema para el que había encontrado una solución era la sequía. Tamil Nadu es un estado con un clima muy cálido y seco, por lo que este es un problema común en la región. De hecho, son habituales las disputas entre este estado y el de Karnataka por las aguas del río Kaveri, cuyo cauce comparten.
Estábamos en pleno abril, el mes más caluroso, y este hombre, Sellur K. Raju, quería evitar que se evaporara el agua recogida en la presa del río Vaigai. Una vez tenía al público expectante, les explicó el plan: iba a cubrir la superficie con poliestireno. Acto seguido, cogió unas de las láminas que llevaba con él y empezó a colocarlas sobre el agua. La idea era pegarlas unas a otras. Por lo que sea, al viento no le gustó la idea. El «Thermocol» empezó a flotar de un lado al otro, acumulándose en las orillas unas veces y flotando hacia el interior otras, y a romperse en pedazos. Incluso tuvieron que enviar a un par de personas con una barquita para recuperar algunas piezas.
Podéis ver unas bonitas fotos aquí. Por un lado tenemos al señor Raju colocando las planchas sobre el agua. Por otro, a los encargados de recuperarlas.
Fue un error de cálculo, claro. Ni contaba con la cantidad de superficie que tenía que cubrir, ni con la física básica de la naturaleza, la verdad. Pero no creáis que reconoció su error. Al día siguiente dijo que lo que necesitaban era poliestireno más grueso y mucha más cantidad. El precio había sido únicamente de 8000 rupias, menos de 100 euros para el 5 % de la superficie, aunque el coste final que manejaban no era de 2000 euros, sino de unos diez lakhs (aproximadamente 12 000 euros) para cubrir el 100 %. Un plan sin fisuras, sin duda.
Por supuesto, este genio en las sombras dice que esto no es contaminante, aunque no es lo que opina la comunidad científica. El poliestireno puede romperse en pequeños trozos muy fácilmente, y acabar en los estómagos de los peces que vivan allí.
Para no cebarme mucho, comparto un vídeo de un plan «similar» pero llevado a cabo con ciencia en Los Ángeles (Estados Unidos). Aunque seguramente ellos no llamaron a los medios hasta que comprobaron que funcionaba.